El Chief Executive Officer, o como lo conocemos en español, director ejecutivo, es el máximo responsable de la estrategia de una empresa. Su formación profesional es muy variada, muchas veces los CEO estudiaron algo relacionado a su ramo laboral, pero muchas otras provienen de alguna carrera o posgrado totalmente opuesta, o, como sucede en bastantes negocios familiares, su trayectoria es empírica, sin estudios universitarios entre sus antecedentes.
Sin embargo, existe un posgrado que resuena con fuerza en los currículums de los CEO más destacados del mundo. Se trata de la Maestría en Administración de Negocios, mejor conocida por sus siglas en inglés como MBA. Algunos ejemplos sobresalientes de esto son los casos de Tim Cook, CEO de Apple, y Sundar Pichai, CEO de Google, quienes cursaron su MBA diez años antes de convertirse en los directores ejecutivos de sus compañías.
Si bien esto no significa que inscribirse a un MBA sea destinarse a un puesto directivo, la realidad es que los conocimientos y herramientas que este posgrado ofrece sí son una plataforma sólida sobre la cual construir una trayectoria profesional que apunte hacia los niveles más altos. Dicho de otra manera, este posgrado, como cualquier otro, no garantiza un puesto de trabajo, pero sí aumenta las posibilidades de conseguirlo.
La pregunta entonces es, ¿por qué los MBA ayudan tanto a formar directivos?
Para responder a este cuestionamiento es necesario remontarnos hasta 1908, cuando el ingeniero mecánico Frederick Winslow Taylor a través de la Harvard Business School creó y lanzó la primera maestría en administración de negocios.
En aquella época, Estados Unidos estaba transformándose, viviendo una aceleración industrial y afrontando una nueva generación de desafíos que exigían puestos de trabajo más administrativos y estratégicos.
Frederick Winslow Taylor miraba a esta situación con una curiosidad obsesiva (tanta que años después publicaría cuatro principios para mejorar y eficientar los procesos laborales) por lo que le propuso a Harvard copiar el modelo educativo de su escuela de leyes, la Harvard Law School, en donde alumnos y profesionales se reunían para discutir distintas experiencias y aprender los unos de los otros, y aplicarlo a su nuevo posgrado.
Con el paso del tiempo, aquella propuesta pedagógica derivó en el modelo pragmático de casi todos los MBA, donde materias como finanzas corporativas, comunicación y marketing se mezclan con aspectos de innovación, liderazgo y emprendimiento, y se analizan en contraste con casos de estudio reales.
El desarrollo de esta enseñanza teórica-práctica hace que el MBA resulte en un medio eficiente para la formación de próximos CEO, en donde de manera específica es posible señalar cuatro beneficios tangibles que se originan en cursar esta maestría y son indispensables para el ejercicio de una buena gestión directiva:
- Conocimiento Integral del Negocio
El MBA proporciona una comprensión profunda de todas las facetas de la gestión empresarial. Este conocimiento integral es esencial para la toma de decisiones informadas y estratégicas que definen la trayectoria de una organización.
- Red de Contactos
Durante el MBA, se establecen conexiones valiosas con profesionales de diversas industrias y comparten experiencias con sus compañeros. Esta red de contactos puede ser vital en la búsqueda de oportunidades profesionales y colaboraciones estratégicas.
- Cualidades Estratégicas
La toma de decisiones estratégicas es una competencia clave en la alta dirección. El MBA cultiva esta habilidad al desafiar a los estudiantes a analizar y resolver problemas complejos, preparándolos para liderar en entornos empresariales dinámicos.
- Liderazgo de equipos
La adaptabilidad y el liderazgo son virtudes críticas en el entorno empresarial actual. El MBA se centra en fomentar estos valores aplicados a saber cómo obtener el mayor provecho de los diferentes equipos y células de trabajo.
Actualmente, Universidad La Salle cuenta con un MBA que además de ofrecer estos beneficios a los egresados, les suma a su formación principios y valores humanistas, donde la responsabilidad social es también un pilar fundamental para que quienes en un futuro ocupen cargos directivos lo hagan desde una perspectiva empática y solidaria.
Así, los MBA están posicionados como una de las maestrías más populares del mercado. Su relación con los puestos directivos está probada en múltiples casos, y por ello se mantiene como el posgrado favorito de los más importantes e influyentes CEO del mundo.
